Kimmidoll fue creada
por The Aird
Group, una compañía australiana con más de 30 años de
experiencia en el mundo del licensing. La filosofía de este grupo es no ofrecer sólo diseño sino también transmitir mensajes y valores asociados a la propiedad.
Los tres directores del grupo Aird: Brian Aird, Nick Aird y Kenny Damian tienen un cariño y una conexión muy especial con Asia,
pero durante muchos años, Brian, en particular, había coleccionado muñecas
Kokeshi y era un admirador de los artículos de decoración japoneses. Como empresa, TAG había construido un modelo de negocio nacional basado en el diseño y fabricación de tarjetas de felicitación y de productos de papelería principalmente licenciados, con marcas como Anne Geddes, Anderson Kim, Happy House y Christopher Vine Designs.
Durante muchos años, TAG había acudido
además como expositor a las ferias del regalo de Hong Kong, con el objetivo de
promocionar sus marcas de papelería licenciadas.
Los años de experiencia
de TAG en China llevan a la idea de crear estratégicamente su propia marca. Con
este objetivo en mente, se nombra a un nuevo diseñador a principios de 2007
para jugar con las formas de las muñecas Kokeshi, pero "de una manera
occidental". De esta forma se da lugar en 2008 a la
marca Kimmidoll.
Cuando se lanzó no había una estrategia clara en lo que
se refiere a su presencia global. Simplemente, se pretendía poner en marcha la
marca en tantos países como fuera posible. Antes de comenzar a hablar sobre
ventas y un plan de marketing global, querían asegurarse el éxito en el mayor número posible de mercados.
TAG cuenta actualmente con unos 35 clientes internacionales de distribución, que venden la marca en más de 55 países de todo el mundo.
El éxito se debe no sólo a la estética y el
diseño de la muñeca sino también a los valores y mensajes que cada una de ellas
expresa, los cuales conectan con el consumidor. Como consecuencia de este éxito en todo el mundo se ha dado lugar a una amplia gama de regalos, de tarjetas, papelería, accesorios de moda y artículos para el hogar productos se están desarrollando para la distribución nacional e internacional. Acuerdos de licencia internacionales han impulsado una mayor expansión de productos con productos de nicho, como la ropa de cama y pijamas también producidos para la venta en otros países.
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