Una marca corporativa representa los valores, la cultura y la visión de una empresa, y contribuye a diferenciarla del resto a través de una identidad. Es el conjunto de elementos que integran la identidad visual de una sociedad (logotipo, isotipo, colores y tipografía) y sirve para crear una imagen de lo que representa la compañía en la mente de los consumidores y los empleados.
Dentro de algunas marcas corporativas podemos encontrar empresas que denominaremos marcas de producto. Éstas se dirigen a targets diferentes, hacen productos de diferentes gamas o estilos, aunque todas pertenecen a la misma compañía.
Por otra parte, la identidad corporativa de una empresa o marca se define como un conjunto de atributos y valores que toda empresa o cualquier individuo, posee: su personalidad, su razón de ser, su espíritu o alma... La imagen que refleje la empresa a través de la personalidad, la hará identificarse de las demás, y colocarse en mayor o menor escala. La propia empresa se dará a conocer a través de sus propias normas y comportamientos, la cultura de la empresa.
Todas las empresas, aunque no comuniquen nada, emiten continuamente mensajes a su alrededor. La imagen visual es uno de los medios prioritarios, que más utilizan las empresas para transmitir y manifestar su identidad, mostrándola al público.
Finalmente, la imagen corporativa es el resultado interactivo
que un amplio conjunto de
comportamientos de aquella organización, empresa o institución producen en la mente de sus
públicos. Es el resultado de la integración en la
mente de los públicos con los que la
empresa se relaciona de un conjunto de
imágenes que, con mayor o menor
protagonismo, la empresa proyecta
hacia el exterior. Hay que entenderla como global, como la suma de experiencias que alguien tiene de una institución.